Una de las razones por las que hago fotografía de naturaleza es porque siento que tengo la oportunidad de mostrar algo que muchos no pueden ver. A veces es porque están lejos de estos lugares, o simplemente porque no se detienen a mirar. Mi cámara se ha vuelto una forma de invitar a otros a conocer paisajes, formas, luces y momentos que merecen ser valorados.
Pero también creo que esa posibilidad trae una responsabilidad. No se trata solo de sacar una buena foto, sino de respetar el entorno, no intervenir, no dejar huella. Cada imagen que comparto busca inspirar, pero también recordar que la naturaleza no es un escenario: es vida real, y hay que cuidarla.
¿Qué puedes aprender de esto?
Que la fotografía puede ser una forma de conciencia. Cada vez que tomes una imagen, piensa si estás ayudando a que otros valoren más el lugar donde estás. Pregúntate si estás dejando ese espacio mejor, igual o peor de como lo encontraste.