No es la cámara. No es el lente. Lo que hace que una foto toque a alguien es lo que transmite. A veces es una emoción, otras veces una historia, o simplemente una sensación de calma o admiración.
Para mí, una buena foto de naturaleza es la que logra capturar algo real, sin forzarlo. Donde se nota que hubo respeto por el lugar y por lo que ahí vive. Es una foto que no solo se mira, también se siente.
¿Qué puedes aprender de esto?
Que antes de pensar en técnica, pienses en intención. Pregúntate: ¿Qué quiero contar con esta foto? ¿Qué me hizo detenerme aquí? Si conectas con eso, la imagen tendrá más fuerza y sentido.